¿Se ha preguntado el Ministro de Medio
Ambiente y otros funcionarios del Gobierno cual es el costo económico de un
cambio drástico de política contradiciendo lo acordado en el Plan de Manejo y
el Plan Operativo 2016 de Valle Nuevo? Los economistas conocen esto como
inconsistencia intertemporal de las políticas gubernamentales, desincentivando
la inversión, irrespetando la propiedad privada y haciendo caso omiso a lo
previamente acordado por la Comisión de Manejo del Parque y demás instituciones
involucradas. Además, esto sucede para cuando los ministros y gerentes tienen poco o
nada que ver con los sectores en que políticamente son postulados. Esto puede
tener efectos perniciosos para la institucionalidad, la libertad económica y el
derecho de propiedad y en general, la paz y el bienestar de la sociedad.
Según algunas investigaciones o
indagatorias cualitativas que he realizado, preguntando a personas involucradas,
tanto agricultores afectados, comunicadores, financieros, gasolineros, los
efectos en la economía constancera y nacional podría ser perjucidiciales para
el 2017. Esto sumado a los daños de las lluvias torrenciales y persistentes
hasta entrado el mes de Diciembre, podría incrementar los efectos negativos en
la agricultura y la seguridad alimentaria del país. Según estas conversaciones,
en “La Loma” como comúnmente se les conoce a las comunidades enclavadas dentro
de los límites del parque, solo en Constanza, las cuales de hecho fueron “invadidas”
por el Parque Nacional porque existían con micha antelación y las autoridades
han sido negligentes en indemnizar o reubicar a tales agricultores y
trabajadores, se produce principalmente cebolla, papa y zanahoria. Estos autores
en carne viva indican que en la zona podría producirse entre 150 mil quintales
de cebolla y 200 mil de papas y zanahorias, respectivamente. Esto sin contar
otros productos menores como las flores, fresas, aguacates, los cuales hasta permiso
de medio ambiente han recibido y las actividades interrelacionadas como
financiamiento, deudas pendientes y gasolina; lo malo es que ahora se pretenden
detener de un solo trancazo todas estas actividades. No me parece justo ni una política
inteligente sin antes consensuar con los productores, indemnizar en muchos
casos y decidir propiamente cuales zonas no son conservables y se podrían dedicar
a la agricultura sostenible.
Según plantea el propio Plan de Manejo y
el Plan Operativo 2016 de Valle Nuevo, ambos consensuados con todas las
comisiones de lugar y las autoridades locales de los municipios de Constanza,
San José de Ocoa, Bonao y Azua, se desmienten muchas informaciones dadas a
conocer por Medio Ambiente. Por un lado, en 2005 existían 20 comunidades
internas en el parque mientras que 13 comunidades eran externas pero laboraban y
hacían vida dentro del parque. En estas comunidades, la cantidad de población era
de 13,902 personas y 2,072 familias. Me temo que los datos que ha presentado por
el propio Domínguez Brito solo corresponden a las comunidades de Constanza, sin
tomar en cuenta las demás localidades involucradas.
El Plan de Manejo (pág. 54) indica que “Es
obvio que grandes sectores del área protegida no corresponden al objetivo de
manejo y conservación”, lo que demuestra mi afirmación del artículo anterior de
que se han creado “parques de papel” y se han invadido comunidades agrícolas enteras
sin tomar las correcciones de lugar ni delimitar y resguardar el parque. El
mismo documento indica que “modelos y experiencias nacionales e
internacionales, permiten demostrar que la solución mas no es la confrontación sino
la negociación, con los diferentes actores(con los agricultores, inversionistas
y trabajadores) para lograr la solución de conflictos…por el mismo plan de
manejo es factible el desarrollo de propuestas de manejo y administración que
permitan la protección y potencialización de los bienes y servicios
ambientales, a través de la creación de modelos, proyectos, zonificaciones específicas
que permitan acuerdos y convenios concretos con los actores del área protegida”
(pág. 75).En otras líneas en esa misma página establece que “Existen evidencias
que la mayoría de comunidades y propietarios estaban dentro del área protegida antes
de la declaratoria de Reserva Nacional y de Parque Nacional, que la situación
actual genera en ellos el síndrome psicosocial de oportunismo eventual del
suelo’…”. También, en la página 79 establece sobre los agricultores “en vez de
definirlos como villanos e ignorarlos como muchos grupos conservacionistas han
hecho, se recomienda que se establezca contacto permanente con ellos y que se
entre en negociaciones, para ver qué solución se puede establecer con sus
tierras si destinarlas a la conservación o al uso técnicamente adecuado de los recursos
y no a la explotación irracional.”
Finalmente, en el artículo anterior prometía
hablar de algunas opciones de políticas públicas e incentivos económicos, para
que tanto teorizar en esta espera de un nuevo año. En este concluyo con esto:
no hay mejor política para un nuevo ministro y/o funcionario público que darle
continuidad de Estado a los acuerdos y políticas establecidas y las leyes,
siempre y cuando estas últimas no sean irracionales, no son justas ni conducen
a la paz. Sería bueno que el primer regalo de 2017 del Presidente Danilo Medina
sea intervenir en este descalabro institucional y anunciar un Pacto por el
Medio Ambiente y el Desarrollo Sostenible: Iniciemos por Constanza. Feliz y
venturoso año 2017 República Dominicana.
Comentarios