Aunque el título del presente
artículo aparenta ser muy sugestivo, no pretende responder de manera integral a
las preguntas que de él puedan derivarse. Afortunadamente, existe mucha
investigación respecto a estos tópicos. Por ejemplo, y sin ser exhaustivos, para
analizar las relaciones entre ética, economía y desarrollo, recomiendo la
investigación de Bernardo Kliksberg
(2009) “Más éticas, mas desarrollo” publicado por la editora de la UASD; para
estudiar porque existen países “en desarrollo” o subdesarrollados, cualquier
libro de desarrollo económico ayudaría, pero mi recomendación sería el de Acemoglu & Robinson (2011) “¿Por qué
Fracasan los Países?”. El objetivo de este breve ensayo es más directo,
realista y lamentable, describir algunas cosas que aparentan pequeñas, pero que
en países con cierto grado de desarrollo sería imposible encontrar.
Del Banco Central de la República
Dominicana, al igual que de la institucionalidad, la corrupción y el clientelismo
imperante en el país, se podría hablar bastante y hasta crear institutos de
investigación especializados en dichas temáticas. Pero en esta ocasión quiero
comentar algunas cuestiones que gritan ante los ojos de Dios, y lo digo yo por
mis propias experiencias personales como
profesional, investigador y profesor universitario. Estos asuntos son: i) el
concurso de economía que desde 1986 promueve el Banco Central, ii) la Fundación
Empírica creada por algunos funcionarios y empleados del propio Banco Central y,
finalmente, de iii) la política de
contratación, corrupción y el clientelismo imperante en dicha institución
(valga decir que le sale tan cara al país y al erario público).
Del Concurso Anual de Economía:
El concurso anual de economía es un
excelente incentivo a la investigación y el estudio sistemático de la economía
dominicana, de los pocos que existen en el país y como tal debe alentarse su consolidación
y desarrollo. Sin embargo, haciendo el paralelo con aquellas escrituras
bíblicas de los apóstoles, tengo mis puntos de vistas y mis críticas
constructivas. Existe un incentivo perverso, riesgo moral y una falta de ética
lamentable y que representa una fuente de un dinerito extra para varios
profesionales (una gran desigualdad para otros empleados públicos si tomamos en
cuenta los buenos sueldos y salarios que devengan, y los tantos sueldos por
navidad, cumpleaños y aniversario del BC, etc. y el derroche de recursos que
les caracteriza como “familia bancentraleana”).
El hecho es que, contrario a otros
fondos o concursos tanto a nivel nacional e internacional, las clausulas no
restringen a los funcionarios y empleados de la institución de participar en
dicho concurso, lo que determina que mucha gente sus funciones son propias de
investigación (esta vez no los voy a mencionar, ellos saben quiénes son y
cuántos son…) participe en el concurso y gane algo de dinero en metálico, y si
no tienen la suerte de salir entre los agraciados, presentan sus trabajos de investigación como
si fueran parte de sus jornadas laborales (una falta de ética profesional y
moral terrible). Esto explica, como anteriormente he destacado, porque hasta el
año 2012 en la web del Banco Central solo aparecían 12 documentos como
investigaciones propias, 8 de los cuales no tenían nada que ver con el país ni
con dicha institución. Dichos archivos aun están colgados en su página web como
“Documentos de Investigación”, para quien le interese su constatación. La
vergüenza, al parecer, no es un valor personal, profesional ni institucional.
Mi recomendación seria eliminar de
plano la posibilidad de que funcionarios y empleados que trabajen en
investigación cometan este atropello contra la ética y la moral, y no puedan
presentar trabajos al concurso anual de economía. Muchos de estos
investigadores son capacitados en el exterior con cursos especializados financiado
por el propio Banco Central. De plano, sería conveniente restringir que
cualquier persona empleada o que tenga que ver con el Banco Central sea
beneficiario de estos incentivos la investigación científica. Más ética, mas
desarrollo…
Finalmente, la iniciativa de escribir
estos artículos me surgió luego de participar en el acto de entrega del
Concurso de Economía, el pasado martes 15 de noviembre del presente 2016, en
donde burlescamente 4 de los 5 premios entregados fueron para funcionarios y
empleados del propio Banco Central (de los cuales muchos trabajan en
investigación y han conseguido un empleo en base a clientelismo y amiguismos; y
si no ganan, lo presentan como fruto de sus jornadas de trabajos y lo suben a
la web de la entidad). Afortunadamente, y para que la realidad no supere la
ficción, el primer lugar fue obtenido por el colega economista y profesor de la
UASD, el amigo Nerys Ramirez, al cual felicito de corazón; Con unos cuantos jóvenes
mas como tú y el esfuerzo para llegar a donde has llegado, le ganamos a Cuba y
logramos un poquito más de mejor desarrollo.
To be continued...
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